domingo, 6 de enero de 2013

Muere un niño en la cabalgata de Málaga



La natural algarabía y el colorido de la Cabalgata de Reyes se tiñeron ayer de un negro de profundo luto en Málaga. En torno a las 17.30 horas, se confirmó la muerte de un niño de seis años, que perdió su vida tras ser atropellado por una de las carrozas que participaban en el cortejo. Sucedió en los instantes iniciales del recorrido oficial por el centro de la capital malagueña, junto a la glorieta del General Torrijos. La comitiva acababa de tomar la salida en el Ayuntamiento y, sólo unos minutos después, cuando llegó al lugar en el que el menor se encontraba con sus padres, éste se abalanzó hacia el vehículo, tras unos caramelos fatídicos, y su cabeza se introdujo bajo una de las ruedas. 

El pequeño falleció prácticamente en el acto. Cuando el habitual dispositivo de seguridad de estas celebraciones se acercó a atenderlo, el reloj marcaba poco más de las 17.30 horas, pero ya lo encontraron en parada cardiorrespiratoria. 
Con su cabeza herida fatalmente por el atropello del vehículo, su padre, médico forense de profesión, poco pudo hacer, pese a su esfuerzo por colaborar con el resto de efectivos del 061 para reanimarlo. El intento de devolverle la vida, en el interior de una UVI móvil, resultó infructuoso y no hubo manera de que recobrara el aliento. 

En ese momento, toda la comitiva quedó paralizada durante unos minutos. Sin embargo, las autoridades de la ciudad decidieron que la cabalgata no fuera suspendida, alegando motivos de seguridad, y ordenaron que prosiguiera con su itinerario. Pero, desde entonces, ya nada fue igual. Se acortó el recorrido y la carroza correspondiente al barrio de Cruz de Humilladero, que fue la que se vio involucrada en el accidente, quedó inmovilizada. 

Al lugar de los hechos se acercó de inmediato el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que mostró sus condolencias a los padres, en una conversación en la que éstos llegaron a expresarle su deseo de que la cabalgata continuara con normalidad, según explicó luego el propio regidor de la capital malagueña. 
La muerte fue certificada por los facultativos en la propia calle y, a continuación, el cadáver del pequeño fue trasladado en ambulancia al Instituto Anatómico Forense para que se le practicara la autopsia. 
Mientras la cabalgata aún recorría el centro de Málaga y decenas de miles de niños jaleaban a los Reyes Magos de Oriente, el Ayuntamiento de la ciudad decretaba, para hoy y mañana, dos jornadas de luto oficial. 
Según aseguró el concejal de Seguridad Ciudadana, Julio Andrade, «la suspensión inmediata de la cabalgata era imposible, porque podía provocar el caos y situaciones de inseguridad». 

Asimismo, desde el Consistorio anunciaron el inicio de una investigación para aclarar lo sucedido y recalcaron que la carroza «contaba con medidas seguridad precisas y la vigilancia de 15 personas», entre las que se encontraban 12 voluntarios acreditados, dos miembros de Protección Civil y un policía local.

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