martes, 5 de noviembre de 2013

A Nadal le faltó chispa


«Me faltó chispa contra David, esta vez voy a necesitar una mayor activación mental». Rafael Nadal hizo ayer acto de contrición tras su derrota ante Ferrer en las semifinales del París-Bercy y prometió intentar enmendar las cosas hoy, en su primera cita de la Copa de Maestros, bajo el techo del O2 y aun a sabiendas de que la pista ultrarrápida barre en su contra. 

Pese al 20-5 a favor de Nadal, Ferrer tiene un mejor parcial tanto en superficie dura (4-3) como en pista cubierta (2-0). El alicantino restó ayer importancia a las estadísticas y se volvió a quitar el sombrero (o la cinta) ante el manacorense: «Rafa es claramente el favorito y le basta con ganar dos partidos para acabar la temporada como número uno. El ranking está ahí… La semana pasada le gané porque jugué bien y él tuvo altibajos». 

En cualquier caso, Nadal y Ferrer se miden por primera vez en Londres en la cúspide de sus respectivas carreras y en un torneo que nunca les ha sonreído hasta ahora. El duelo español se anticipa hoy (15.00 h., Teledeporte) como el plato fuerte en los primeros lances del Masters, codo a codo con el clásico entre Djokovic y Federer, en la sesión nocturna. 

A Nadal le preguntaron si Djokovic es el favorito. Y el número uno contestó rotundamente: «Sí». Después dio un sorbo al batido de fresa con la pajita, y eso acentuó aún más su incontestable veredicto. También habló de lo importante que sigue siendo tener dudas, a pesar de estar en lo más alto: «Si no las tienes, es que eres estúpido o arrogante, y yo no soy ninguna de las dos cosas». 

Con un punto de «ilusión» y otro de «despreocupación» encara pues Rafael Nadal el sprint final de la temporada. Y con una extraña sensación de ligereza en su actitud, incluida la camiseta de «¡Vamos Rafa!» con la que se presentó en la conferencia de prensa. «El número uno no me hace sentirme especial», aseguró el mallorquín. 


Hoy buscará una mejor actitud frente a David Ferrer, que viene pisando fuerte, catapultado por su reciente victoria en las semifinales de París. «David está jugando muy bien y con mucha confianza», reconoció Nadal. «Lo hizo estupendamente en París, y yo estuve más lento de lo que es habitual. Siempre salía una milésima de segundo tarde, y eso me colocó una y otra vez en desventaja». 

La clave estará pues en la «activación mental», y Rafa saldrá hoy a las penumbras del O2 con el carburador a punto, o eso espera… «A estas alturas de la temporada te puede faltar chispa a veces, pero voy a intentar activarme a tiempo y jugarle distinto. Aunque eso tampoco me puede garantizar de antemano el éxito». 

Se lamentó una vez más Nadal, que nunca ha logrado quitarse la espina de este torneo, del hecho de disputar sistemáticamente la Copa de Maestros bajo techo y en la superficie ultrarrápida que menos le beneficia. «Creo que sería más justo para todos los jugadores que se cambiara de superficie todos los años. Aunque no lo pueda conseguir para mí mismo, espero que eso cambie algún día y que al menos se beneficien las próximas generaciones». 

A Ferrer le da un poco igual y, ya puestos, el finalista en Estocolmo, Valencia y París prefiere casi jugar en pista dura y bajo techo, donde su tenis ha madurado como el buen vino. «A estas alturas me considero un jugador al 50% en tierra batida y al 50% en pista rápida», confesó el alicantino, con la ilusión de finalizar número tres y rubricar a la segunda mejor temporada de su carrera. 

«La verdad es que en estas últimas semanas he tenido muy buenas sensaciones, sobre todo a nivel de movilidad y de coordinación. Aunque he jugado seis semanas seguidas y no sé cómo responderé. Hay que hacer un último esfuerzo», concluyó el subcampeón del torneo en 2007, cuando sólo Roger Federer pudo detenerle.

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